órgano interno

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Ahí…está mi cabeza. Detrás de las nubes nadie la puede ver

hasta que no se vayan y no se irán porque estamos en otoño

y el otoño es mi órgano interno, nada que palpar sólo mi mente sola

lejos de algún lugar

como que quién tira hacia allá?
la que no sabe si en algún momento volverá

como quien no sabe querer pertenecer
la que no siente ninguna señal de tráfico
o que no sabe en qué momento se fue

todos sois okupas de pensamiento,
tiempo avalado para no retarme
no me resiento por ello,
me han entretenido durante olas y adioses

las avenidas no me pertenecen
al parecer alguna lleva mi nombre
pero conducir en ella? no, eso no.
sólo se trata de construir para luego destruir.
caminas para no tener que reandar otra vez

la generación de las máquinas

hoy no he sido nadie que quiera recordar.

Entre todo mi recuerdo inhabitado a veces me pierdo. A estas alturas, me lo podré permitir,
para serme sincera, me lo debo,
por parecer tan capulla a veces, tan insensible a las lágrimas ajenas.
¿y qué hay de las mías? Las mías? Siento eso del miedo ajeno. El que las ve sé que se quedará para siempre. y es demasiada responsabilidad.
prefiero camuflar mi incapaz peristencia personal en las notas, si están disponibles, LA y RE.

No creo que nunca llegue a la altura que requiere mi memoria, de momento ella sólo se apunta los días en los que me pinto los ojos. y coincide que esos son los días, según me enseñaron,

en los que más profundamente tienes algo que esconder.

me angustia el cruce de miradas

la doble dirección de las palabras
















me cansa tanto tráfico
y tanto si nsentido

Marina Tsvetáieva

MI DÍA es desordenado y absurdo:
al mendigo pido pan
y al rico le ofrezco limosna.

En la aguja enhebro un rayo de luz,
al ladrón le doy la llave,
con polvos blancos encubro mi palidez.

El mendigo no me da pan
el rico no acepta mi dinero,
el rayo no pasa por la aguja.

El ladrón entra sin llave,
y la tonta llora a lágrima viva
ese día sin gloria, día inútil.

caballo desbocado

Yo no creo que eso me suceda nunca

...
un giro tan brusco . imposible
No puedo perder tanto, no queda tanto

en realidad, nunca ha sido tanto
creo que mi memoria exagera a veces

luego está todo eso
del proceso oponente.
estoy enganchada al momento B,
siempre está,
pero sólo lo pienso cuando jode,

el resto de gilipolleces de mi mente

no creo que sean mentiras creadas por el simple paso del tiempo.

por algún lado, genético si acaso, deben de aparecer

el caso es que se podían quedar ahí, bien metiditos en el adn,

vivir en silencio, sin molestar ni llamar la atención,

pero hay días que ni siquiera percibo que soy una más

y creo que eso es gracias a que todos esos genes

llegan al adn de las células de mis ojos

Viento,

llévame a mi casa

se acaban los detalles marinos o marítimos
Para empezar,
recuerdas cuánto soplaba? (viento



tic tac
tic tac
la cuerda,
la cuerda eso es lo que más importa
desplaza,
ahora no me puedes oír
piano infinito


lo que yo pensara
en cuerda
todo lo demás
persiguiendo al viento

La persistencia de la mala memoria

olvidé tu nombre
y tu teléfono,
tu dirección,
el perfume que usabas,
el tono de tu voz,
si eras rubia, morena o pelirroja
y qué día del mes
te bajaba la regla.

aún así, si tengo ardor de estómago,
si me sangran los dedos por morderme
demasiado las uñas,
o algo extraño
se me mete en el ojo,
te recuerdo.






(J. M. Antolín

los siempre desconocidos

Todo quema.

Y cómo afrontar la decisión que debo tomar.

Todo me quema.

Y cómo esperar que alguien

lo haga por mí.

Mejor sin cartera ni documentos.

para no dejar huellas.

Todo me muerde y no me abraza.

Me satisface?

No, me ardes dentro.

Como algo que no sé, ni quiero saber.